Si no has cogido una sartén en tu vida deberías tener en cuenta estas consideraciones:
No escatimes a la hora de comprar ternera o buey: la materia prima es fundamental y tenemos una carne nacional excelente.
Pídele a tu carnicero un buen trozo de solomillo, babilla u otra parte especial para hacer a la plancha: que sea un filete no muy grande y bien grueso.
La carne a la plancha hay que comérsela recién hecha: cuando todo lo demás esté preparado (incluso la mesa puesta) pon el grill a fuego máximo con un chorreón de aceite o un poco de mantequilla; cuando esté bien caliente coloca la carne y échale sal gorda o en escamas por encima; cuando esté tostada por debajo (1 ó 2 min.) dale la vuelta para que se haga por el otro lado y échale sal también. De esta forma quedará tostada por fuera y tierna por dentro.
Hay quien suele acompañarla con alguna salsa: mango chutney, tártara, chimichurri, mojo picón, gaucha,…