Por Silvia
Todas las piezas encajan de forma sublime y perfecta como en una genial sinfonía. Casi increíble. Tan completa y sabrosa como para constituir un plato único.
Tiempo: 20 min. Dificultad: Facilísimo
Ingredientes (para 4 personas)
1 lechuga romana cortada en rodajas medianas
1 aguate[1] cortado en dados
2 kiwis cortados en dados
500 g de langostinos cocidos[2]
1 puñado de nueces peladas partidas por la mitad (9 ó 10 por persona)
30 g de queso roquefort cortado en daditos (la tercera parte de un paquete, que suelen ser de 100 g)
1 cucharadita de sal
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharadita de vinagre
Preparación
1. Corta la lechuga en rodajas y lávala bien en el fregadero con ayuda del escurridor. Échala en una fuente para ensalada.
2. Corta los aguacates por la mitad, quítales el hueso, córtalos en cuadrícula con un cuchillo, extráelos de la cáscara con ayuda de una cucharilla y échalos en la ensaladera.
3. Pela los kiwis, córtalos en daditos y añádelos también.
4. Limpia y pela los langostinos y córtalos en varios trozos si son muy grandes.
5. Añade las nueces partiéndolas con las manos y el roquefort cortado en daditos.
6. Para terminar, aliña con el aceite, el vinagre y la sal y remueve bien antes de servir.
[1] Echa dos si son pequeños. Los aguacates tienen que estar bien maduros. Los mejores son los negros de piel rugosa (variedad Hass).
[2] Los de la pescadería de Mercadona son excelentes.